Actividades
Las divisiones del Instituto han ido surgiendo progresivamente según se ha ido presentando la necesidad de agrupar a investigadores que trabajaban con los mismos equipos o instrumentos y compartían determinadas técnicas de su especialidad. De hecho la consecución de grandes proyectos con financiación nacional o europea ha ido marcando la evolución de los grupos de trabajo del Instituto.
El primer proyecto científico de relieve del IUMA fue PATMOS, nombre de una isla del Mediterráneo, pero que en este caso quería referirse a la investigación de las técnicas de reducción de consumo de potencia y tiempos de propagación en futuras generaciones de chips orientadas a equipos portátiles o de mano, alimentados con pequeñas baterías, así como a la optimización de su velocidad de funcionamiento. Era una línea de investigación prioritaria en el programa ESPRIT de investigación básica y la adjudicación del proyecto abrió al IUMA las puertas de numerosos contactos en Europa. El factor decisivo fue el hecho de haber profundizado en la especialización del grupo desde unos años antes en la investigación del comportamiento electrónico de nuevos materiales complementarios al Silicio, investigación en la que Europa estaba por detrás de Estados Unidos y Japón, mientras que el IUMA en Canarias había incorporado ya estas técnicas desde Estados Unidos y Australia. PATMOS proporcionó infraestructura, dos tesis doctorales, un método de trabajo en equipo y con socios europeos, y muchos apuros de trabajo para superar cada seis meses las evaluaciones de los supervisores científicos nombrados por la Comisión Europea.
En paralelo con el desarrollo de PATMOS el IUMA se incorporó al recién lanzado programa europeo Eurochip que pretendía aglutinar a los 50 principales laboratorios de microelectrónica europeos para hacer más accesible el uso de herramientas de diseño microelectrónico muy caras, y poder fabricar circuitos con procesos tecnológicos avanzados. Era una iniciativa mimética del programa norteamericano MOSIS. De esta forma Europa reconocía la importancia de la Microelectrónica como área prioritaria de investigación y de formación de investigadores, y como tecnología base habilitante para el desarrollo de otras áreas.
A partir de aquí se produjo un escalado constante de la capacidad de investigación y diseño de nuevos circuitos del IUMA, que condujo a la consolidación de las divisiones de Tecnología, Diseño, y CAD. La consecución de otros grandes proyectos europeos o del plan nacional de investigación con ellos conectados resultó posible alcanzada ya una masa crítica de investigadores y recursos. Estos resultados estuvieron siempre acompañados de otras muchas gestiones infructuosas en diversos programas.
La capacidad de diseño y realización de «chips», unida a la anterior capacidad de diseño de circuitos impresos, y de desarrollo de hardware para sistemas microcontroladores y microprocesadores, condujo al desarrollo de las divisiones con investigación aplicada en las áreas de circuitos y equipos electrónicos de control y telecontrol industrial, telecomunicación, automática y sistemas informáticos aplicados a la industria. El Instituto podía ya dar cobertura a todo el proceso de desarrollo de sistemas sofisticados desde el diseño de chips a la integración de hardware y software en las áreas más tecnológicas de aplicación de la microelectrónica.
Con este paso el Instituto ha ido progresivamente dando cada vez más apoyo a las industrias locales, cuando durante los primeros años la situación era la inversa, siendo empresas nacionales las que encargaban más trabajos. La evolución de las divisiones aplicadas del IUMA ha sido complementaria a la de las divisiones básicas, habiéndose fortalecido progresivamente el trabajo científico de aquellas divisiones, el volumen de publicaciones internacionales, y su más reciente entrada en proyectos europeos de los programas ESPRIT o TELEMATICS.